Aunque
desde antes sospechaba algo, a
los 21 años fui abriendo más los ojos y empecé a entender por qué la mayoría
de las personas está quebrada. Yo descubrí que lo que hacemos todo el tiempo es
comprar
deuda.
Queremos
tener nuestro primer vehículo o uno nuevo, y lo “tomamos prestado” por cinco años
pagando cuotas mensuales. Decimos que tenemos “vehículo propio”, cuando la
realidad es que solo tenemos que dejar de pagarlo por tres meses para descubrir
quién es el verdadero dueño. Igualmente compramos una casa o apartamento a 15,
20 o 30 años, y decimos que es “nuestra casa propia”. Tomamos una tarjeta de crédito
y comenzamos a comprar hoy por artículos para pagar mañana. Tomamos vacaciones
de lujos para pagarlas en 1 o 2 años. ¡Y
después nos preguntamos por qué vivimos quebrados!
Mucha
gente me preguntará que por qué hablo de esto, si es lo normal. ¡Ahí es que está
el problema! Estamos tan envueltos en el sistema que nos encontramos estar
endeudados como algo normal. Normal y Bien NO son sinónimos. No es que no
tengamos una tarjeta de crédito o pidamos préstamos que pueden ser necesarios, es
que entendamos lo que realmente significa comprar deuda.
Comprar
deudas es comprar “pasivos”, que económicamente
significa comprar algo que nos saca dinero del bolsillo mes tras mes. Algunos
economistas y contables dicen que hay algunos errores, ya que les han ensenado
en la universidad que un carro o una casa son activos y no pasivos. Esto
depende del caso, y con todo respeto a estos profesionales, quizás por eso es
que estos profesionales permanentemente viven también endeudados a pesar de
saber más del dinero, ya que se basan en un sistema
educativo que fomenta el endeudarse.
¿Entonces qué se debe
hacer para prosperar económicamente?
Lo que debemos de hacer es dejar de comprar tantos pasivos o deudas
innecesarias, y empezar a comprar activos.
Pero el primer activo que debemos de comprar es “invertir en nuestro coco”,
aprendiendo principios sobre el dinero. NO estoy diciendo que hay que estudiar ingeniería
económica ni economía (la mayoría están tan quebrados como nosotros), sino
aprender sobre educación financiera,
que se aplican a cualquier profesión o negocio. Lo primero que debemos de
aprender de esta educación es dejar el status
pelatus, que es comprar cosas que no necesitamos con dinero que no tenemos
para impresionar a otros.
La Conclusión es que dejemos de ser como los patos en el agua. Los patos en el agua
se ven muy tranquilos, se ven como si tuvieran grandes casas, vehículos de
lujos, una colección de tarjetas de crédito y muchos otros lujos, pero debajo
del agua parecen atletas profesionales, pataleando y pataleando para mantenerse
a flote y no hundirse, igual como lo hacen los ricos
de mentira, que en vez de construir una riqueza basada en activos, la basan
en pasivos (deudas), hasta que tarde o temprano terminan hundiéndose.
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