“No todo lo que
brilla es oro”
Esta
frase cumple especialmente cuando hablamos de los “ricos de mentira”. Tanto el
rico verdadero como el falso, tienen casas grandes, autos lujosos, comen en los
mejores restaurantes, viajan el mundo, etc. Sin embargo, hay un pequeño detalle
que hace una enorme diferencia entre uno y otro. El rico de verdad tiene dinero y
el rico de mentira no.
¿Cómo
así? Podrían preguntar algunos. Tranquilo que yo les explico. Para ser rico
obviamente se necesita dinero, pero no necesariamente dinero propio… El rico verdadero compra sus lujos
con dinero real, dinero que viene de sus inversiones y negocios. El rico de mentira compra sus lujos con dinero ficticio, es
decir, con crédito. La mayoría de las personas no ven nada de malo en
esto, y eso es precisamente el problema. Vemos personas con BMW de lujos… pero
sin dinero para gasolina, o gastando dinero en restaurantes para impresionar a
los amigos… pero con el refrigerador de su casa vacío.
El
rico de verdad basa su vida en dinero real, mas el de mentira se vive endeudando
para mantener un estilo de vida que realmente no puede costear, un estilo que
lo hace para impresionar a los demás, y tarde o temprano las deudas se lo
comen. Ahora bien, la segunda gran diferencia, y probablemente la principal, es
la forma de pensar. El falso piensa
en apariencias, el verdadero piensa en cosas tangibles. El falso muchas veces
se vuelve arrogante, mas el verdadero por lo general piensa en otras cosas más
importantes que el dinero, puesto que el dinero no es problema.
El
mensaje que quiero que te quede es que obtengas
tu educación
financiera y apuntes alto en la vida, pero que bases tus logros en
cimientos fuertes, no en las arenas movedizas de las riquezas de mentira. Y
no es que el crédito sea malo, pero la gran mayoría de personas lo usa
incorrectamente. En vez de usar el crédito para ganar más dinero, lo usan para
pagar lujos que realmente no pueden costear. Piensa como rico, trabaja duro con un enfoque y enamórate de tus sueños,
persevera y tarde o temprano obtendrás lo que deseas.
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