En un mundo donde existe tanta mediocridad,
cada vez que una persona intenta hacer algo diferente, las masas siempre lo
atacan. Algunos de los principales comentarios que hacen son: Eso no se puede; ¿Qué te hace pensar que tú
puedes?; mejor quédate en lo seguro; etc. El mediocre siempre anda buscando
la razón por qué otro puede y él no, y como él no puede, siempre quiere
transmitir ese sentimiento de impotencia hacia las personas que tiene a su alrededor. La mediocridad siempre busca compañía.
Lo peor es cuando uno comienza a
creerse toda esa basura. Para los creyentes, bien dice la Biblia: “Para
el que cree, todo es posible”. Lean bien, para el que cree, no para el rico,
no para el carismático, no para el bonito, no para los superdotados, es para el que cree.
El mundo está lleno de personas talentosas e igualmente fracasadas, porque no
creen en su éxito. Pero…..
…es
que yo soy pobre. ¿Eso que tiene que ver?
…es que yo soy tímido. ¿Eso que
tiene que ver?
…es que yo me crié sin mis padres. ¿Eso
que tiene que ver?
…es que no puedo caminar. ¿Eso que
tiene que ver?
[Inserta cualquier excusa]. ¿Eso
que tiene que ver?
No existen excusas para el éxito. Lamentablemente vivimos en un mundo
lleno de excusas que la gente acepta, no porque sean justificables, sino porque
ellos tienen sus propias excusas, y si no apoyan las del otro, tampoco apoyarán
las suyas. A pesar de que estas excusas pudiesen parecerte validad, existen
personas que han triunfado en la vida en TODAS esas excusas y las que te puedas
imaginar.
Henry Ford era pobre, tampoco tenía educación formal. Hellen Keller era ciega, sorda y muda. Muchos
grandes artistas y muchos empresarios son tímidos. Bajo todas las excusas,
todas las que te puedas imaginar, siempre hay personas que han triunfado.
Cada vez que se te ocurra alguna
excusa para no hacer algo que podría beneficiarte, pregúntate, ¿Eso que
tiene que ver? Comparte si piensas igual.
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