Muchos ven los términos fantasía y realidad como
extremos opuestos. La verdad, es que hay una línea fina entre estas dos
palabras. Los aviones, la televisión, la radio, las computadoras personales y
un gran etcétera, fueron fantasías que se convirtieron en realidad.
Igualmente, comentarios totalmente falsos y absurdos, como aquellos que te dicen
que no puedes hacer algo, o que eres inferior, dicho muchas veces se convierten
en una realidad.
Soñar y pensar en grande es lo que hace
que una fantasía se vuelva realidad positiva. La mediocridad es lo que hace que
una fantasía se vuelva en una realidad negativa. El mundo está lleno de evidencias de que todo
es posible. Quizás no ahora, o quizás
no con las herramientas que tengas, pero todo es posible. Soy fiel creyente de
que todo pensamiento o comentario que
limite el potencial propio o ajeno, es mediocridad. No importa si el
comentario viene de mí, de tu vecino, de tu tía, de tu mamá o de ti mismo; si
limita tu potencial o el de otra persona, eso se llama mediocridad.