Conoce mi Nuevo Proyecto

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Fantasía y Realidad


Muchos ven los términos fantasía y realidad como extremos opuestos. La verdad, es que hay una línea fina entre estas dos palabras. Los aviones, la televisión, la radio, las computadoras personales y un gran etcétera, fueron fantasías que se convirtieron en realidad. Igualmente, comentarios totalmente falsos y absurdos, como aquellos que te dicen que no puedes hacer algo, o que eres inferior, dicho muchas veces se convierten en una realidad.

Soñar y pensar en grande es lo que hace que una fantasía se vuelva realidad positiva. La mediocridad es lo que hace que una fantasía se vuelva en una realidad negativa. El mundo está lleno de evidencias de que todo es posible. Quizás no ahora, o quizás no con las herramientas que tengas, pero todo es posible. Soy fiel creyente de que todo pensamiento o comentario que limite el potencial propio o ajeno, es mediocridad. No importa si el comentario viene de mí, de tu vecino, de tu tía, de tu mamá o de ti mismo; si limita tu potencial o el de otra persona, eso se llama mediocridad.

Caja de Paradigmas


En mi pasada conferencia sobre el libro “Enriquezca su personalidad”, inicié hablando sobre la caja de los paradigmas. Esta caja es una creación de la sociedad y de los propios pensamientos, que limitan lo que realmente es la vida. Es decir, la caja de paradigmas nos muestra las cosas como son, y no las que pueden ser.

El problema de esta caja no es solamente que nos quite la visión, sino que muchas veces nos sumerge en un mundo de mediocridad, puesto que muchas cosas que consideramos como “verdaderas”, en realidad son ignorancias. Precisamente eso es un paradigma, algo que se toma como verdad o mentira sin analizar el caso. Cuando hablamos de personas de mentes cuadradas, nos referimos a personas bien sumergidas en su propia caja de paradigmas.

El mundo NO gira alrededor de una Universidad ni de un Título



Esto articulo no es una crítica a las Universidades, la educación ni los títulos, sino un llamado a la humildad. Vivimos en una sociedad donde las personas le dan demasiado valor a los títulos. Hay personas que incluso se ofenden si no se les llama ingeniero, licenciado, doctor, o todos esos títulos que se inventan para subirle el ego a una persona con baja autoestima, porque quien reconoce lo que verdaderamente vale no necesita que se le llame por ningún título.

Resulta que las principales fábricas de títulos son las “Universidades”. Entonces así muchas personas creen que si una persona no va a la universidad, está desperdiciando su vida. Lo peor es que no piensan así porque van a dejar de aprender, puesto que hay miles de forma de aprender que no son la Universidad, piensan así porque las demás formas de aprender no le dan un titulo del cual presumir… ¡Que cosa más ridícula! Y con esto no digo que las Universidades sean malas, son simplemente instituciones que cumplen con un objetivo, ni tampoco digo que tener un titulo sea malo. Lo que si digo es que hay que tener humildad.  

¿Eso que tiene que ver?



En un mundo donde existe tanta mediocridad, cada vez que una persona intenta hacer algo diferente, las masas siempre lo atacan. Algunos de los principales comentarios que hacen son: Eso no se puede; ¿Qué te hace pensar que tú puedes?; mejor quédate en lo seguro; etc. El mediocre siempre anda buscando la razón por qué otro puede y él no, y como él no puede, siempre quiere transmitir ese sentimiento de impotencia hacia las personas que tiene a su alrededor. La mediocridad siempre busca compañía.

Lo peor es cuando uno comienza a creerse toda esa basura. Para los creyentes, bien dice la Biblia: “Para el que cree, todo es posible”. Lean bien, para el que cree, no para el rico, no para el carismático, no para el bonito, no para los superdotados, es para el que cree. El mundo está lleno de personas talentosas e igualmente fracasadas, porque no creen en su éxito. Pero…..

Rico de Verdad vs. Rico de Mentira




“No todo lo  que brilla es oro”

Esta frase cumple especialmente cuando hablamos de los “ricos de mentira”. Tanto el rico verdadero como el falso, tienen casas grandes, autos lujosos, comen en los mejores restaurantes, viajan el mundo, etc. Sin embargo, hay un pequeño detalle que hace una enorme diferencia entre uno y otro. El rico de verdad tiene dinero y el rico de mentira no.
 
¿Cómo así? Podrían preguntar algunos. Tranquilo que yo les explico. Para ser rico obviamente se necesita dinero, pero no necesariamente dinero propio… El rico verdadero compra sus lujos con dinero real, dinero que viene de sus inversiones y negocios. El rico de mentira compra sus lujos con dinero ficticio, es decir, con crédito. La mayoría de las personas no ven nada de malo en esto, y eso es precisamente el problema. Vemos personas con BMW de lujos… pero sin dinero para gasolina, o gastando dinero en restaurantes para impresionar a los amigos… pero con el refrigerador de su casa vacío.