El problema es el “coco”

Con “el coco” nos referimos al cerebro humano no una manera cómica. El término fue popularizado por el empresario José Bobadilla. El cerebro o el “coco” funciona como un disco duro de una computadora, que va almacenando información y se le instalan programas o softwares.

Miren lo interesante, el cerebro humano acumula y acumula información que nunca se pierden, al igual que el disco duro de una computadora. Obviamente no recordamos todo al igual que en una computadora tenemos muchos archivos ocultos acumulados de años que a veces si sabíamos que existían.

También ocurre que a veces intentamos instalar un programa en una computadora, y debido a su poca capacidad, no se nos permite instalarlo. Eso mismo pasa con el coco humano. A veces intentamos introducir información nueva a nuestro cerebro, pero como nuestro sistema mental no está preparado, rechazamos la idea. Es como si por ejemplo a una persona que tiene 20 años trabajando y ha sido pobre, y de repente le digas que se puede hacer libre financieramente en entre 2 y 5 años. El coco sencillamente no le da. Aquí ocurre un cortocircuito mental.

Por eso, el problema es el coco. Veamos algunos tips para solucionar este problema:

1-Expande el sistema operativo de tu coco para poder asimilar nuevas ideas. Entiende que no entiendes nada. Mantente humilde y siempre aprendiendo. Antes de rechazar una nueva idea que pudiese beneficiarte, recuerda que quizás el problema no es de la idea sino de tu coco.

2-No toda la información es buena. Al igual que hay virus y spywares, también hay información nociva para tu coco. Ten cuidado con las noticias, el chisme, la gente negativa, etc.

3-Limpia tu disco duro de vez en cuando. Aun formateando el disco duro, siempre queda algo que nunca se borra. El cerebro humano es algo diferente, ya que realmente nunca borramos la información acumulada. Lo que si podemos hacer es perdonar y no darle mente a cosas negativas pasadas. Recuerda que lo importante no es lo malo del pasado, sino lo que has podido aprender.

Espero que esta extraña forma de hablar sobre este tema les haya de alguna manera gustado y les haya permitido aprender. El coco puede hacernos o deshacernos, ¡usémoslo a nuestro beneficio!